Obra editada con la colaboración del departamento de Cultura del Gobierno Vasco.

En 1975 Tomás Aragües escribió elQuinteto Vasco para el Quinteto de viento Bilbao, que estrenó la obra el 17 de febrero de 1976 en el salón de actos del ateneo Guipuzcoano de San Sebastián.

El Quinteto de viento Bilbao lo crearon en 1970 los solistas de la Orquesta Sinfónica de Bilbao Teodoro Martínez de Lecea (flauta), Juan Tarín Sánchez (oboe), Paulino Idoate Zubieta (clarinete), Juan Manuel Gómez de Edeta (trompa), y Esteban Lejonagoitia García (fagot), La agrupación contaba con un amplio repertorio que abarcaba desde los clásicos como Franz Rossler-Rosetti hasta los contemporáneos como Miliko Kelemen. Su alto nivel musical, unido a las favorables críticas y apoyo recibido por parte del público, hicieron que fuese un grupo muy reconocido en toda la península.

El Quinteto Vasco de Aragüés es una de las primeras obras escritas para Quinteto de viento en el panorama musical vasco. Con gran acierto, el autor toma el material temático de la música popular vasca, y mediante ciertas pinceladas atonales y guiños a la vanguardia musical de la época llega a un elegante academicismo, consiguiendo que la obra ocupe un lugar destacado en el repertorio para Quinteto de viento.

Como indica el propio autor, la obra está dividida en cuatro partes y, como sugieren claramente los subtítulos, toma su punto de partida en lo popular aunque temas absolutamente populares sólo aparecen en los tiempos primero y último (Arin-arin y Aldapeko).

Los movimientos Arin-arin y Ezpata-dantza, dos ritmos de danza tradicionales, están tratados de forma atonal con una gran libertad destacando los aspectos rítmico y tímbrico, por encima de cualquier desarrollo puramente melódico o armónico. Las canciones Bihotz-bihotzetik y Aldapeko, están escritas en un estilo deliberadamente tonal, más en consonancia con su contorno melódico. Por otro lado, en Bihotz-bihotzetik, el corno inglés reemplaza con acierto al oboe para crear un clima particularmente íntimo.

El Quinteto de viento Pablo Sorozábal formado en San Sebastián en 1986, es sin duda la agrupación que más ha interpretado y mejor conoce esta partitura. En 1996 la grabó en su primer disco, en un registro de la discográfica Ars Incógnita. La obra ha sido desde esa fecha una de las señas de identidad de esta formación guipuzcoana, programándola de forma muy habitual.

Jesús Solabarrieta Garro
(Flautista del Quinteto Sorozabal)